El 2017 fue el año del pago con el móvil en España y HCE, Android Pay, Samsung Pay y Apple Pay se instalaron en nuestro país. Al mismo tiempo, cada vez son más los usuarios que convierten el pago contactless en una práctica más habitual.

Así pues, los pagos contactless a través del reloj, la pulsera, el anillo, el llavero u otros dispositivos portátiles son cada vez más frecuentes en nuestro país. De hecho, según un estudio reciente de Mastercard, ya son 12,5 millones los españoles que quieren realizar sus pagos a través de wearables y en Europa la cifra alcanza un 24% del total de la población europea, lo que supone 175 millones de personas interesadas en esta forma de pago.

Según destaca Mastercard, «la comodidad y rapidez de este método de pago ha fomentado su gran acogida entre el consumidor y, a su vez, este incremento en su uso ha aumentado la confianza y ha reducido las principales reticencias que hasta ahora podían ser una barrera en su adopción». Así, el miedo al fraude en el caso de los pagos contactless disminuyó un 15% en España (una reducción del 10% en la media europea). También la preocupación por la falta de control o los pagos duplicados descendieron un 8% (un 2% en Europa).

De hecho, la consultora IDC señala que el mercado global de los «wearables» se va prácticamente a duplicar entre 2017 y 2021, al pasar de 113,3 millones de unidades vendidas en 2017 a 222,3 millones en 2021, con una tasa media de crecimiento anual del 18,4%.

Por ahora, las pulseras inteligentes ocupan el 39,8% del total del mercado «wearable» pero IDC pronostica que su crecimiento disminuirá hasta quedarse con una cuota 21,5%. Tras ellas les seguirán los smartwatches y en tercero y cuarta posición encontraremos los denominados earwears con 13,3 millones, y la ropa conectada, con 11,6 millones.

Así pues, habrá que ver cómo evoluciona el sector de los wearables y cómo estos se convierten, cada vez más, en métodos de pago con grandes prestaciones y no solo enfocados a sectores fitness y salud.