Usar la tarjeta antes que el efectivo
Un cambio de hábitos está llegando: cada vez pagamos más con tarjeta u otras soluciones digitales que nos brinda la tecnología contactless
A pesar de que el efectivo sigue siendo la tendencia de pago más habitual entre los consumidores españoles, no es la forma más deseada. Y es que según el estudio de Índice de Ciudades Cashless de Mastercard, un 40,5% de los consumidores prefieren usar la tarjeta de débito o crédito antes que pagar en efectivo (28,7%). Además, un 25,8% usa o prefiere usar la tarjeta contactless y un 3% lo hace o desearía hacerlo mediante el móvil.
Esta tendencia sufre, a corto y medio plazo, cambios considerables: el pago con tecnología contactless destaca entre las alternativas al efectivo con mayores perspectivas de crecimiento, ya que el 76% de usuarios prevé que incrementará mucho (30,5%) o bastante (46%) su uso como forma de pago en uno o dos años.
Además, los datos del Índice de Ciudades Cashless de Mastercard proyectan que el pago con tarjeta contactless seguirá creciendo, ya que, aunque el 91% de los españoles afirma conocer dicho sistema, el volumen de los que disponen de una tarjeta de este tipo aún no alcanza el 70% (actualmente se sitúa en el 69,8%).
El resto de opciones aún no goza del nivel de popularidad de las tarjetas contactless, aunque también proyectan un incremento considerable en su uso en los próximos años. Así, los españoles prevén que aumentarán mucho o bastante sus pagos a través de aplicaciones móviles (así lo afirma el 51,5% de los encuestados), wearables (el 45,5%) o tarjetas virtuales (el 37%).
En función de lo que compramos y de dónde lo hacemos, los españoles pagamos de un modo u otro: en el ámbito del comercio electrónico y la restauración, los consumidores perciben que es más fácil pagar sin efectivo en supermercados (99,2%), restaurantes (98,1%) y cines o teatros (91,2%).
En cuanto a medios e infraestructuras de transporte, parkings (82,4%) y taxis (68,8%) son, según la percepción de los encuestados, los lugares en los que el pago electrónico se acepta en mayor grado, por delante de otros como parquímetros (56,1%), metro (46,9%) o autobuses (25,9%). Sin embargo, normalmente acaban recurriendo al efectivo en todos los casos: casi tres cuartas partes de los participantes en el estudio lo usan para pagar en el taxi, dándose un mayor equilibrio en el metro, donde el 45% opta por el pago electrónico.
Por último, conviene señalar que los usuarios también empiezan a percibir que es posible realizar pagos electrónicos en oficinas de ayuntamientos (41,5%) y estatales (39,4%).
Un cambio de hábitos está llegando: pagamos más con tarjeta y otras soluciones digitales que nos brinda la tecnología contactless, como lo es el móvil o los wearables. Aún así, no lo hacemos tanto como nos gustaría, muchas veces debido a falta de información por las comisiones (cuando en realidad fueron reguladas en 2004 y desde entonces han bajado casi un 70%) o las restricciones de pago mínimo (cada vez menos comunes).
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