Aun siendo términos diferenciados, la Digitalización puede complementar a la Transformación Digital. Lo realmente relevante es poder adaptarse a los cambios constantes en el mercado y centrarse en los usuarios para cubrir sus necesidades.
Digitalizarse o Transformarse Digitalmente no es lo mismo, aunque a veces suelen usarse ambos términos indistintamente de manera sinónima. Sin embargo, no lo son. Ambos términos se pueden considerar complementarios, ya que la Digitalización puede formar parte de la Transformación Digital.
Es relevante conocer las diferencias entre ambos términos, ya que ello ayudará a las empresas y a sus directivos a saber qué necesitan en su estrategia, o bien, simplemente ser conocedores del tipo de acciones que están llevando a cabo en los distintos procesos de mejora.
La Digitalización es mantener las actividades y procesos actuales, pero actualizándolos al mundo digital. Por ejemplo, una actividad tan cuotidiana como comunicarse con el usuario vía postal o telefónica, hacerlo vía correspondencia electrónica. De este modo, conseguimos eficiencias y mejoras en dichas actividades y procesos, aunque las actividades y procesos en si son los mismos.
Para muchas empresas, la digitalización es un paso crucial para asegurar su sostenibilidad en el tiempo y adaptarse a los nuevos tiempos, mejorando la experiencia de sus clientes.
A menudo el término digitalización también hace referencia a la automatización. Es decir, mapear los procesos vigentes, y digitalizarlos para crear una serie de automatizaciones encadenando distintas actividades y así aumentar eficiencias. Un ejemplo de ello podría ser el siguiente: imaginemos un usuario que va a una tienda retail física y al realizar el pago de la compra, en vez de obtener el ticket de compra en formato papel, lo recibe automáticamente en formato digital en su cuenta de correo electrónico.
La Transformación Digital, como bien indica, se basa en unir dos conceptos: transformación y adaptarse digitalmente. Es decir, la Transformación Digital hace referencia a los cambios que realiza una empresa en sus procesos internos para adaptarlos tanto a sus necesidades como a la de sus usuarios, así como a la realidad del mercado actual y futuro.
La conversión de la empresa va más allá de su simple adaptación a las nuevas tecnologías. Transformarse Digitalmente es buscar nuevas soluciones, incluso redefinir cómo se están tratando las necesidades que están cubriendo del mercado, y adaptarse a ellas rápidamente. La Transformación Digital en sí misma no se desencadena puramente por la tecnología, sino que trata de resolver un problema o una necesidad, ofreciendo un nuevo enfoque al cliente. Es decir, la solución centrada en el cliente es siempre el inicio de la Transformación digital, no la tecnología.
Por ejemplo, y uniéndolo a nuestro usuario de la tienda, si como tienda no únicamente le ofrecemos el ticket digital, sino también le recomendamos ropa y complementos según sus gustos y compras anteriores mediante Inteligencia Artificial, o incluso le ofrecemos la Realidad Virtual para poder probarse la ropa, estamos cambiando totalmente nuestros procesos y, con ello, realizando una Transformación Digital de nuestro negocio o empresa.
Para detectar si una empresa se ha digitalizado o si se ha transformado digitalmente, sirva el siguiente ejemplo: un usuario va a realizar una visita médica en su clínica habitual, el cual ya está dado de alta en una consulta, y cada vez que realiza una visita, le piden la correspondiente tarjeta para ver de qué mutua es y poder así cobrar la visita. En este caso, la empresa únicamente ha digitalizado sus procesos, ya que si realmente se hubiese transformado digitalmente, no haría falta pedir la tarjeta de la mutua a su paciente para saber de qué mutua es y así poder cobrar la visita cada vez que asiste.
En el caso anterior, el hecho de haberse digitalizado y no haberse transformado digitalmente no implica una mala decisión por parte de la clínica. Es decir, en función de los objetivos, recursos y necesidades empresariales, las empresas pueden diseñar las soluciones que mejor se adapten a sus necesidades.
En cualquier caso, ¿hasta qué punto la digitalización es óptima para una empresa y hasta que punto una empresa necesita transformarse digitalmente? A modo genérico, una empresa necesita la digitalización, por ejemplo, si maneja grandes volúmenes de información y debe organizarla adecuadamente, o incluso si necesita una serie de herramientas para realizar sus actividades, de una manera más ágil, como algo tan simple como un e-mail. En cambio, una empresa necesita transformarse digitalmente si realmente quiere adecuarse a los nuevos modelos de negocio actuales y diferenciarse de su competencia. Incluso adaptar sus procesos internos para centrarse con mayor esfuerzo a sus clientes (incorporando, por ejemplo, un ecommerce o un chatbot).
Aun siendo términos diferenciados, la Digitalización puede complementar a la Transformación Digital. Lo realmente relevante es poder adaptarse a los cambios constantes en el mercado y centrarse en los usuarios para cubrir sus necesidades.
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